Soñamos y luchamos por la construcción de un Uruguay en el cual imperen los valores de justicia social, solidaridad, equidad, respeto, tolerancia y libertad en todas sus dimensiones imaginables y en un medio ambiente saludable.
Para nosotros, la materialización en concreto de estos valores implica:
- la erradicación de la pobreza;
- la igualdad de oportunidades desde el inicio de la vida;
- poder vivir una vida larga y saludable;
- el acceso a la educación, al conocimiento y a la cultura;
- el pleno ejercicio de los derechos sociales (trabajo, vivienda, salud, cuidados, recreación, etc);
- la igualdad de género y la no discriminación y
- poder realizar una vida segura, sin violencia.
Creemos imprescindible en esta hora avanzar hacia un nuevo proyecto nacional de Desarrollo Sostenible e Inclusivo que beneficie a las grandes mayorías sociales de nuestro país y a su vez, delinear una nueva generación de reformas progresistas necesarias, como ser la Educativa, la Tributaria, una nueva integralidad de la Seguridad Social, entre otras. Entendemos imprescindible diseñar y ejecutar una verdadera política de seguridad y convivencia, profundizar en políticas de priorización de la infancia y la adolescencia y la lucha contra la violencia de género, entre tantos otros temas más que se han visto relegados o han desmejorado sensiblemente con el advenimiento de la derecha al gobierno.
Todo lo dicho se construye en base a un amplio diálogo y acuerdo con los distintos actores y organizaciones de nuestra sociedad.
En síntesis, estamos entusiasmados en trabajar hacia una nueva era de transformaciones progresistas con justicia social, con democracia plena, con redistribución de la riqueza y sobre todo con convivencia pacífica, con diálogo tolerante y respetuoso, en el que podamos avanzar todos sin que nadie quede atrás. Es con la gente, siempre.
En este camino de lucha, la izquierda uruguaya cuenta con una formidable y potente herramienta política: nuestro querido Frente Amplio.
Pero como toda herramienta de creación unitaria de las fuerzas del campo popular, forjada en la lucha histórica de generaciones enteras de compañeras y compañeros, debe cuidarse y mejorarse cotidianamente.
Con este propósito, es que decimos que existe la necesidad imperiosa de fortalecer, renovar y ampliar las bases de sustentación del FA y para ello nos sumamos al desafío de pensar, proponer y trabajar en la construcción de un más y mejor Frente Amplio, cada vez más frente y más amplio, con la renovación dada por la incorporación de nuevas generaciones y una paridad real y permanente entre compañeros y compañeras para que, entre otras, las temáticas de género y diversidad lo transversalicen todo. Tengamos un Frente con un verdadero y real alcance e inserción nacional, que entienda a la descentralización política y social como un instrumento para estar más cerca de las preocupaciones y problemas de la gente, y se amplíen las distintas formas de participación que hoy existen, sin exclusiones de ningún tipo.
En este sentido, nuestro objetivo político principal de la actual coyuntura es aportar decididamente en la construcción y consolidación política de un nuevo bloque, polo o espacio dentro del Frente Amplio, que con claras señas de identidad propias, encarne la sensibilidad de todos aquellos que pretenden avanzar hacia ese Uruguay desarrollado, sostenible e inclusivo con equidad del que hablamos.
A eso apunta la creación de Convocatoria Seregnista Progresistas (CSP) como espacio político de construcción colectiva, la definición de comparecer en las futuras instancias electorales que se avecinan con una lista única de todos los sectores que la integran (la 95) y el lanzamiento de la precandidatura de Mario Bergara a la Presidencia de la República por el Frente Amplio.









